Casi siempre, una de las primeras gestiones que hacemos al comprar un bien con gran valor, ya sea una casa, un móvil o un coche, es contratar un seguro que nos cubra en caso de que pueda ocurrir cualquier problema. Pero, ¿sabías que hay una ley que protege tanto a los asegurados como a los seguros durante estas contrataciones? Hoy, en el blog de Berribide Correduría de Seguros, te hablamos sobre la Ley de Contratos de Seguro.
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Ley de Contrato del Seguro: ¿Qué es?
Como hemos mencionado antes, la Ley 50/1980 de Contratos de Seguro es una norma o texto legal que recoge todas las especificaciones importantes que tienen que ver con la contratación de una póliza.
En otras palabras, recoge las obligaciones y derechos de la compañía de seguros, pero también, los del asegurado. Una de las cláusulas más comunes que suele incluirse en este texto los pasos que debe dar el asegurado en caso de que quiera modificar la póliza o darla de baja. Digamos que es un documento que, por un lado, protege al asegurado como cliente o usuario que contrata un servicio, pero, por otra parte, también protege a las compañías, garantizando sus derechos.
Esta ley está formada por dos partes: En primer lugar, un preámbulo, compuesto por 24 artículos, y tras este 85 artículos que explican más detalladamente otras condiciones. Las anotaciones expuestas en el preámbulo son las encargadas de dejar en claro los aspectos generales de la contratación de cualquier seguro, independientemente del tipo de póliza que sea. Y, tras esto, los 85 artículos restantes son los encargados de exponer cuáles son las especificaciones propias para cada tipo de póliza, especialmente en el caso de los Seguros contra daños y los Seguros personales.
Por ende, este texto legal, además de exponer con qué derechos y obligaciones cuenta cada parte, es una forma de asegurar su cumplimiento y, en caso de que esto no ocurra, también sirve como herramienta de protección a la hora de reclamarlos.
¿Para qué sirve la Ley de Contratos de Seguro?
Esta ley, tal y como hemos explicado anteriormente, sirve para que ambas partes, tanto aseguradoras como usuarios, conozcan los derechos y obligaciones con los que cuentan al contratar una póliza. A continuación os explicamos de manera más concreta algunos de los propósitos con los que cuenta la Ley de Contrato del Seguro:
Proteger al consumidor y la aseguradora
Uno de los principales objetivos que tiene esta ley es proteger los intereses y de ambas partes estableciendo normas de transparencia e igualdad al contratar seguros. De esta manera, se evitan las prácticas abusivas o engañosas por parte de las aseguradoras o de las personas que los contratan.
Establecer las condiciones
Gracias a contar con una ley que establece de forma clara las condiciones, la incertidumbre se ve reducida a la hora de contratar un seguro. Además, también evita disputas innecesarias entre aseguradoras y clientes, ya que, desde el comienzo, tienen claros los limites.
Facilitar la solución de disputas
En caso de existir algún tipo de desacuerdo o irregularidad durante el desarrollo del contrato, la Ley de Contrato de Seguro será una red de seguridad para ambas partes. Esto se debe a que el mencionado documento se trata de un texto legal al que se puede recurrir, por lo que sirve de respaldo ante organismos legales y/o tribunales.
2 cláusulas importantes en la Ley de Contratos de Seguro
La Ley 50/1980 de Contratos de Seguro tiene datos muy relevante, especialmente para la persona que va a contratar el seguro. No obstante, sabemos que puede ser mucha información de golpe que, debido a la terminología específica, además puede hacerse difícil de entender. Por eso, en este artículo te vamos a mencionar algunos puntos que son muy interesantes y a los que sí o sí deberías prestar atención.
Siniestros
En muchos casos, las personas contratan un seguro para tener una protección añadida respecto a lo que pueda pasar. Un ejemplo muy claro de esto es el seguro de coche o la contratación de un seguro para el teléfono móvil.
En lo que se refiere a esto, la Ley de Contratos de Seguro establece un plazo máximo de 7 para que avisemos a la aseguradora de que hemos sufrido un siniestro o, en el caso de los ejemplos expuestos anteriormente, que hemos tenido un accidente o se nos ha roto el móvil.
Además, debemos tratar de aminorar las consecuencias del siniestro. Por lo que, si se nos ha roto el móvil y se descubre que hemos tratado de empeorar su estado para conseguir una mayor indemnización, la aseguradora podría disminuir o denegar la suma de dinero que nos pertenezca.
En relación al cobro de las indemnizaciones, también menciona que la aseguradora deberá efectuar el pago del importe mínimo en un plazo máximo de 40 días desde que ha conocido el siniestro.
Cese del contrato
Otro de los puntos más relevantes para los clientes suelen ser las condiciones de cese de los contratos. Según la mencionada Ley, la aseguradora deberá avisarte de su intención de no continuar con el contrato mediante una notificación escrita mínimo dos meses antes.
Si, por el contrario, eres tú el que quiere cancelar el seguro, deberás notificárselo a la aseguradora también por escrito pero, únicamente, un mes antes.
Conclusión
En resumen, la Ley de Contrato de Seguro es una parte esencial dentro de la contratación de una póliza y del marco legal que gira en torno a estas, ya que establece las condiciones para que exista una equidad entre ambas partes. Además, en caso de desacuerdo, tanto asegurado como aseguradora estarán respaldados y podrán hacer uso de este texto como prueba legal de ello.
¿Alguna vez te habías parado a leer este documento o las condiciones que se exponían en él? Coméntanoslo en comentarios.
Nosotros nos vemos en el próximo artículo.
